Escribo en los momentos más tristes, esté en donde esté, no importandome el lugar, la hora , ni las circunstancias, todo lo que viene a mi cabeza está escrito en servilletas, papel de baño, libretas de la escuela, y en todo lo que tenga a mi alcance para escribir. Me deshoga, me tranquiliza y me reconforta, como música, como agua en un desierto, como dos grandes amigos que estarán ahí siempre que necesites contarles algo, confia en ellos, se llaman: Papel y Bolígrafo. ¿Te los presento?
Los conocí en mi clase de Taller de Lectura y Redacción el año pasado, la profesora no nos enseñaba nada y estaba aburrido, triste y pensativo. Tenía ganas de gritar, de correr. Saqué uno de los libros que lleva para leer cuando no hay clase pero no podía concentrarme así que dejé el separador en donde estaba y lo volví a guardar. Ahora tomé una libreta y la abrí en la última hoja, ahí en donde todos hemos rayado alguna vez, tomé unos colores y me puse a rayar la hoja con desesperación.... !!!! Me terminé la punta de los colores y cerré la libreta, quedé igual.
Tomé el lapicero y comencé a escribir lo que sentia, lo que tenía ganas de hacer, las soluciones a mi problema y como lo iba a hacer... empecé a llorar... comencé a gritarme...
Cuando terminé, no me sentí mejor pero tampoco me sentí igual ni peor y eso me reconfortó. Aunque hay personas que se acercaron a mi para preguntarme que me pasaba, otras que se acercaron a consolarme... algunas todavía siguen conmigo, algunas solo lo hicieron por curiosidad o por ver si me podian ayudar en ese momento o no lo sé. Pero estas personas que se quedaron conmigo, no solo lo han hecho fisicamente, ya tienen su lugar especial... !!!!
"GRACIAS A LOS QUE ME APOYAN (...) PUES HOY, SE QUE SI VOSOTROS NO ESTARÍA EN DONDE ESTOY... !!!"